Posterior a la refinación del combustible, la logística, transporte y almacenamiento comienza a afectar la calidad de limpieza de los combustibles. De manera natural partículas sólidas, agua y bacterias interactúan entre sí, creando un ecosistema en los tanques de almacenamiento que favorece la acumulación e incremento de la contaminación y deteriorando la calidad del combustible, desarrollando colonias bacterianas que crean corrosión (MIC), todos estos factores son transferidos de proveedores a clientes generando afectaciones y finalmente contaminando el medio ambiente cuando estos combustibles son quemados. Los fabricantes de motores en la Carta Mundial de Combustible recomiendan que la cantidad de contaminación por partículas sólidas máxima NO DEBERÍA sobre pasar las 2,500 por ml según el código ISO4406, lamentablemente la contaminación promedio que los distribuidores entregan en estaciones de servicio alcanza hasta las 40,000 partículas por mililitro. Es por esta razón que es importante saber que calidad de limpieza se recibe de los proveedores y realizar estrategias que prevengan y frenen dicha contaminación. Estos son algunos problemas de combustible contaminado recibido en la Estación de Servicio:
Daños a clientes o consumidor final por combustible contaminado:
¡Los motores e inyectores están diseñados para funcionar con diésel limpio!